A la hora de abordar la limpieza
del hogar, quienes no disponemos de tiempo o de ganas, caemos en grandes
errores por los cuales es conveniente contar con una empresa de limpieza
profesional, y no son otros errores que entender la higiene como la combinación escoba + fregona + bayeta.
Este combinado es el adecuado para evitar la acumulación de
polvo y retirar la suciedad visible en la casa, pero, ¿estamos realmente
higienizando y cuidando la limpieza del hogar? A continuación os describimos
una serie de tareas que se tienen en cuenta en las mejores empresas de limpieza
para un acabado perfecto a la hora de
adecentar el hogar.
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Imagen: 20minutos.es |
Limpieza
correcta de suelos y pavimentos
Aquí encontramos el primer detalle de importancia que
diferencia un acabado profesional del que no lo es.
Un suelo para que se mantenga en condiciones no debe simplemente “adecentarse”, sino
tratarse. Esto quiere decir que un barrido y un fregado resultan
insuficientes, más aún cuando hablamos de suelos textiles o delicados como el
mármol o el parqué.
Obviar que este tipo de suelos necesita de un cuidado
especial puede significar que permanezcan limpios, pero que pierdan brillo, se
vuelvan mates o se desgasten con mayor facilidad, perdiendo sus características especiales y distintivas
de otros suelos más impersonales (pero prácticos para una limpieza en
superficie) como el terrazo o el PVC.
Limpieza
correcta de ventanas y cristales
Si un suelo brillante por más tiempo es la clave entre una
superficie simplemente limpia, y una superficie perfectamente cuidada, en el
caso de los cristales ocurre lo mismo, ya sea en ventanas, mesas, etc.
Un cristal limpio es aquel que no presenta manchas ni motas
de polvo en la superficie, pero un cristal cuidado es aquel que no solo se
encuentra limpio, sino que reluce y permanece
transparente por más tiempo.
Para ello, lo primero es no usar los mismos productos que
para el resto de la limpieza del hogar: debemos usar productos específicos anunciados como limpiacristales o soluciones como
el vinagre blanco pulverizado, que no dejen restos jabonosos y aseguren la
transparencia impoluta del material.
De igual forma, el secado es fundamental, acudiendo para
ello a regletas o bayetas de microfibras
que no dejen restos. Ojo con el papel de cocina o con el agua demasiado
caliente, ya que dejan marcas.
Tratamientos
adecuados para la madera
Por último, un material a tratar en profundidad y que
debemos diferenciar del resto es la madera, frecuente en muebles y decoración
de todo el hogar.
Al igual que ocurre con los suelos de parqué y con
materiales nobles, la madera si no se trata específicamente puede permanecer
limpia tal como la entendemos sin polvo ni manchas, pero no en un estado óptimo
al condenarla a perder su brillo. Es por ello por lo que debemos tener cuidado
no sólo de usar materiales que no dañen su superficie, sino de aplicar aquellos que mejoren su aspecto y
los mantenga brillantes por más tiempo.
Por otra parte, según la porosidad o el acabado del mueble,
el tratamiento consistirá en potenciar
el barnizado de la superficie o evitar su desgaste por efectos indeseados
como la proliferación de carcoma. Linaza,
vinagres o trementina son productos que además de los específicos para cada
caso, ayudan a un mejor acabado.
Suelos, cristales y madera son solo tres ejemplos de que una
limpieza adecuada no es únicamente evitar la acumulación de suciedad o un
aspecto descuidado del hogar: una limpieza en profundidad requiere de tiempo y
entusiasmo para no sólo higienizar, sino cuidar
y mejorar el aspecto de la casa, algo que no siempre podemos atender a ello
correctamente por las prisas del día a día o para contar con nuestro merecido
tiempo para descansar.
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